Más del 85% de los profesionales del marketing digital están utilizando la Inteligencia Artificial (IA) para crear contenidos o mejorar sus procesos, según un estudio de AuthorityHacker,. Esto demuestra que se ha convertido en una herramienta ideal para generar contenidos o mejorar el proceso de creación.
Google etiqueta el contenido generado por IA como spam si no aporta valor al usuario.
Google lo sabe y, en sus propias palabras, creen que «el poder de la IA puede transformar la capacidad para proporcionar información útil» y han compartido ciertos detalles sobre cómo encaja el contenido generado por en su estrategia de búsqueda.
El objetivo de los algoritmos de posicionamiento de Google es que el contenido original y de alta calidad se muestre en los primeros puestos de las páginas de resultados de búsqueda. Para ello, utilizan unos criterios de calidad llamados «E-E-A-T«, siglas de: experiencia, conocimiento, autoridad y fiabilidad.
Google afirma que los algoritmos se enfocan en la calidad del contenido y no en cómo se crea. De hecho, recalcan que hace 10 años, con la masificación de Internet, las redes sociales y la facilidad de crear y compartir el contenido a nadie se le ocurrió prohibir el contenido generado por personas.
En lugar de ello, los motores de búsqueda se centraron en crear algoritmos que recompensaran la calidad del contenido, con actualizaciones constantes de los algoritmos de posicionamiento para adaptarse a las nuevas formas de navegar por Internet y de consumir el contenido.
¿Penaliza Google el contenido generado por IA?
Google es muy claro en su política: permite utilizar contenido generado automáticamente, siempre que este aporte valor y cumpla con sus criterios de calidad y lo penaliza siempre que se haya creado de forma artificial con el único fin de manipular el posicionamiento en los resultados búsqueda.
La compañía considera que esto última infringe sus políticas de spam y aplica la etiqueta de «contenido engañoso generado automáticamente».
Cómo usar el contenido generado por IA sin caer en infracciones
La propia Google reconoce que no todo el contenido generado automáticamente es spam. De hecho, reconoce la utilidad de este tipo de contenidos en resultados deportivos, previsión metereológica o la transcripción de contenidos de audio o vídeo.
Para que no se apliquen penalizaciones, el contenido debe:
-Cumplir las directrices E-E-A-T: el contenido debe ser revisado y editado por alguien que tenga experiencia en el tema que trata, aportar valor, y ser claro y conciso a la hora de transmitir la información al lector.
-Etiquetar el contenido: En caso de publicar contenido generado por IA, el usuario debe saber que se trata de contenido artificial y generado automáticamente. Siempre hemos de responder al usuario la pregunta: «¿Cómo se ha creado el contenido?».
-Contenido útil: Cuando se pregunta «¿por qué se ha creado un contenido?», la respuesta siempre debe ser «para ayudar a las personas». Esto significa que el contenido tiene que ser útil para los usuarios que visitan el sitio web. Si el contenido solo para atraer tráfico, los algoritmos de spam lo detectarán y lo etiquetarán como contenido engañoso.