Descuidar el diseño es quizás uno de los errores más comunes de las pymes. Muchos empresarios y profesionales aún creen que es secundario. Lo ven como algo superficial y puramente estético.
En realidad es todo lo contrario. La imagen gráfica de tu negocio debería ser uno de los pilares estratégicos de tu comunicación.
Aún te diré más: tener un mal diseño te hace perder oportunidades.
En este post me gustaría demostrártelo enumerando algunos beneficios que te aporta una comunicación visual profesional.
1. Tu competencia aún no conoce el poder del diseño
Como te decía al principio, muchas pymes andan todavía un poco despistadas. No le están prestando atención a la parte visual de su negocio. Eso es una fantástica noticia para ti. Es tu oportunidad para diferenciarte.
Deja que los demás sigan aferrándose solo a beneficios racionales y ponte un paso por delante con una propuesta única de valor más atractiva.
Una imagen de marca potente y bien definida te hace destacar entre la multitud. Te asocia a valores emocionales.
Lo que nos lleva directamente al segundo beneficio…
2. El efecto contagio
Tu empresa se contagia de los valores que tiene tu imagen gráfica.
Si tienes un diseño profesional, tus clientes te percibirán como una empresa que trabaja con profesionalidad. Si cuidas tu comunicación visual, le estás diciendo al mundo que tu negocio cuida los detalles.
En cambio, si tu diseño es chapucero, todos te verán como… Bueno ya te imaginas cómo acaba la frase.
Solo tienes que fijarte en tu propio comportamiento como consumidor y verás que el efecto del diseño está siempre ahí. Hace que veas una marca de una manera u otra. Aunque a veces sea algo casi inconsciente.
3. Nuevos clientes se fijarán en ti
Internet nos da acceso a un montón de contenidos basados en la imagen. Hoy es Youtube, Pinterest o Instagram, pero mañana será cualquier otra cosa. Lo que quiero decir es que la gente cada vez tiene una mayor cultura visual.
¿En qué te afecta eso a ti?
Si tu empresa es visualmente atractiva, clientes potenciales que antes no te hacían ni caso se sentirán atraídos por tu negocio. Te sorprendería la cantidad de gente que huye de una marca que no cuida su imagen. Sobre todo aquellas personas con gusto por el diseño y que, como te comentaba un poco más arriba, cada vez son más.
Pero lo mejor de todo es que tus clientes actuales tendrán un nuevo motivo para seguir contigo.
4. Cada cosa está en su sitio
El diseño gráfico no va solo de colores, tipografías e imágenes. Una de sus principales funciones es organizar bien la información. Es decir, definir la jerarquía de los mensajes.
Me explico.
Imagina que quieres diseñar un folleto para comunicar los servicios de tu empresa. No todo es igual de importante, ¿verdad? Hay un mensaje principal, unos mensajes secundarios, un apartado con información de contacto…
Un buen diseño es aquel capaz de poner cada cosa en su sitio de forma armónica, creando el orden de lectura adecuado. La correcta disposición de los titulares, las imágenes y los textos en el folleto hace que tu mensaje principal se lea primero y los secundarios se lean después. Eso garantiza que tu mensaje sea comprensible y le llegue de forma correcta al receptor, también conocido como «tu cliente potencial».
En el mundo online es aún más evidente. La buena colocación de los botones y los menús, por ejemplo, influye directamente en cómo el usuario se mueve por tu web. Puede ser la diferencia entre quedarse o irse a otro sitio.
También puede ser la diferencia entre comprarte a ti o comprarle a otro.
5. El buen diseño se comparte
Hoy en día, el gran reto de cualquier marca es que su contenido se comparta y llegue a cuanta más gente mejor. Si tu marca es estéticamente atractiva, tendrás más posibilidades de que hagan click en el botón de “me gusta”.
Contenido valioso y buen diseño es la mejor combinación si quieres que tus mensajes lleguen lejos.
