Los nombres de dominio se crearon para hacer de las direcciones IP algo fácil de recordar. Cada equipo tiene una dirección IP asignada, como si fuera una dirección en una calle. De esta forma, en vez de tener que memorizar cada número de dirección IP, se les asigna un nombre de dominio para que se puedan recordar. El sistema de nombre de dominio, o DNS, coge los dominios y traduce sus direcciones IP para que los equipos se puedan comunicar entre ellos.